El Congreso de los Estados Unidos inció un receso de dos semanas sin llegar a un acuerdo sobre un paquete de ayuda post desastre a la isla.
Puerto Rico ha estado en el ojo público de los estadounidenses tras el paso de los huracanes Irma y María en el 2017. María, que tocó la isla semanas luego que Irma, no solo provocó el colapso total de la red eléctrica, sino que culminó con la vida de más de 2,000 puertorriqueños, según certificó un estudio elaborado por la Universidad George Washington.
Particularmente, los cuestionamientos a la administración de Donald Trump sobre la recuperación en la isla tienen su base en la cifra de muertes, que muchos, como la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, han atribuído a la pobre y tardía respuesta de ayuda suministrada por Trump.
El receso del Congreso llega en medio de otro capítulo de esta problemática en la que Trump se ha negado a asignar otros paquetes de fondos de recupeación a la isla, alegando que Puerto Rico ha recibido una cifra histórica de asignaciones presupuestarias y que además, los dirigentes en la isla «no saben» cómo administrar el dinero. Las opiniones de Trump se presentaron también en el contexto de la expiración de los beneficios adicionales del Programa de Asistencia Nutricional (PAN) que Puerto Rico recibió después del huracán María.